el sol juega en el brillo del pedregal, y prendido a la magia de los caminos, el arriero va, el arriero va. Es bandera de niebla su poncho al viento, lo saludan las flautas del pajonal, y animando la tropa par esos cerros, el arriero va, el arriero va. Las penas y las vaquitas se van par la misma senda. Las penas son de nosotros, las vaquitas.